La edad de madurez sexual en las babillas en nuestro medio
se obtiene de 2 a 2.5
años de edad, cuando se ha alcanzado una longitud superior a
los 1.2 m; para
machos y hembras.
La babilla se reproduce anualmente. La temporada
reproductiva (desde el
apareamiento hasta la postura y la incubación) varía a lo
largo del año, de
pendiendo de la procedencia geográfica de los ejemplares.
E n la época de apareamientos el macho adopta una conducta
muy particular,
emitiendo permanentemente ruidos característicos, marcada
agresividad y
movimientos de levantamiento de cabeza y cola, denotando su
territorialidad. De
cualquier manera y por prudencia en el manejo, se debe
procurar no realizar
ningún tipo de intervención durante dicho período. Puede
resultar arriesgado y
peligroso.
En condiciones controladas pueden emplearse proporciones de
adultos de 1:1, 1:2,
1:3, 1:4, o incluso 1:5 machos: hembras, con un área vital
que puede oscilar entre
10 y 40 m² por ejemplar.
Las babillas son ovíparas y las hembras construyen con
hojarasca los nidos en que
depositarán sus huevos. El sexo en los caimanes, al igual
que en muchos otros
reptiles, es determinado por la temperatura a la cual se
exponen los embriones
durante los primeros 15 días de incubación. A temperaturas
por debajo de 31.5º C
se producirán hembras y por encima de la misma, los
individuos serán machos.
El tamaño medio de la nidada es de 28 huevos, con rangos
normales de 15 a 45
unidades, dependiendo de la edad, el peso y la condición
física de la hembra.
La fertilidad tiene valores normales entre 40% y 100%, mientras que la natalidad se
asocia con la calidad del régimen de incubación. Las
variables para controlar en
esta última, independientemente de la técnica empleada son:
- Temperatura constante entre 28 y 34º C (+/- 0.5º C).
- La tensión de oxígeno constantemente a saturación del 20%
(+/-1%)
-Humedad relativa constante entre el 94 y 98%.
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